La primera semana de campaña deja el ascenso de
Vox y, de forma más limitada, de PSOE y PP. UP y, en especial, Ciudadanos bajan
en su estimación de voto. Sin embargo, la formación de un gobierno no está
clara, y el 35% de indecisos deja el resultado final en el aire. Decidirán los
debates que se celebran los días 22 y 23 de abril.
Esta semana se ha incorporado una nueva
encuestadora a la agregación de encuestas. Se trata de Top Position, con lo que
ya suman diez de entre las catorce que considero fiables (ver aquí).
Así que aún es posible que se incorporen más casas demoscópicas al promedio,
aumentando su fiabilidad.
Con la metodología de agregación de encuestas
descrita al final del artículo, el PSOE obtendría el 28,0% de los votos y ganaría
seis décimas durante la última semana. El PP recibiría el 20,7% de los votos, cinco
décimas más que la última semana. Ciudadanos obtendría el 14,9% de los votos y
la tercera plaza, cayendo un punto porcentual. Unidas Podemos sería la cuarta
fuerza política de España, con el 12,5% de los votos y dos décimas menos
durante la última semana. Finalmente, VOX entraría en el parlamento con un 11,5%
de los votos, creciendo un punto porcentual respecto a la semana anterior.
Con esos porcentajes de voto, la estimación
central de escaños sería de 123 para el PSOE (38 más que el 26J), 80 diputados
para el PP (57 menos que en junio de 2016), 51 escaños para Ciudadanos (19 más
que los actuales), 34 para Unidas Podemos (37 menos que ahora), y 33 para VOX
(todos nuevos).
En la estimación central una
coalición UP-PSOE sumaría 157 escaños, a diecinueve de la mayoría absoluta, y
la suma de PP, Ciudadanos y VOX alcanzaría los 164 escaños, a doce de la absoluta.
La suma PSOE-Cs, tajantemente rechazada por Ciudadanos, ascendería a 174
escaños. Así que el PSOE necesitaría sumar los votos de nacionalistas e independentistas
para lograr la investidura.
METODOLOGÍA
Estas estimaciones se basan en la técnica de agregación de
sondeos. Dado que la mayor parte de los sondeos cometen sesgos y errores
introducidos por la metodología muestral de cada agencia encuestadora, la mejor
forma para reducirlos es utilizar la técnica de agregación de sondeos, es decir
“sumar” de alguna manera todas las encuestas realizadas en un periodo de tiempo
relativamente reducido. Esta “suma” nos permite trabajar con un número mayor de
encuestados y reducir la volatibilidad en las predicciones. La metodología
seguida para esa agregación se puede consultar de forma detallada aquí. Asimismo, para esa agregación de
sondeos solo tendré en cuenta a las empresas demoscópicas que considero fiables,
tal y como explico aquí.
Para la asignación de escaños, asumo una variación porcentual
similar en cada una de las circunscripciones provinciales respecto de los resultados
del 26J, con un posible margen de error de un +/- 3% en el voto de cada una.
Igualmente, para las estimaciones de voto de la campaña
electoral del 26J he tomado tres medidas adicionales. La primera es que, con el
fin de intentar afinar más las estimaciones de voto y escaños, para la
agregación de sondeos tendré en cuenta únicamente las encuestas realizadas
durante los últimos diez días, en lugar del último mes, ya que durante la
campaña electoral que comienza el jueves un buen número de votantes indecisos
definirán su voto, lo que puede modificar sustancialmente las estimaciones, tal
y como sucedió durante las campañas del 20D, 26J y 2D en Andalucía. Y para
captar esos cambios es más conveniente centrarse únicamente en los sondeos más
cercanos en el tiempo. La segunda es que únicamente consideraré la encuesta más
reciente de cada encuestadora, con el objeto de reducir en lo posible el sesgo
en favor de aquellas agencias que realizan sondeos electorales con una
periodicidad mayor. La tercera medida la aplicaré únicamente a la hora de
realizar la estimación final que, por consideraciones legales, será cinco días
antes de las elecciones, y es que, dada la volatilidad del voto y que buena
parte de los votantes se deciden durante la última semana de campaña, tendré en
cuenta la tendencia de la semana anterior para predecir la previsible “decantación”
del voto de los indecisos durante la última semana de campaña, cuando la publicación
de encuestas está prohibida legalmente en España.