El Gobierno acaba de anunciar que durante los próximos tres años convocará 250.000 plazas de empleo público, un 8% respecto a los casi tres millones de personas trabajando actualmente en España en las administraciones públicas. Para seleccionarlos, se utilizará el mismo método que se viene empleando en nuestro país desde el siglo XIX: las oposiciones. España es el único país europeo que continúa empleando este método decimonónico y discriminatorio.