Tras una larga precampaña, se acerca el inicio
oficial de la campaña electoral. La foto actual prevé una holgada victoria del
PSOE, que podría reeditar la coalición Frankenstein que le facilitó el acceso
al gobierno el pasado año. Las estimaciones de voto no se mueven en demasía
durante la última semana.
Con la metodología de agregación de encuestas
descrita al final del artículo, el PSOE obtendría el 27,4% de los votos y ganaría
dos décimas durante la última semana. El PP recibiría el 20,2% de los votos, dos
décimas más que la última semana. Ciudadanos obtendría el 15,9% de los votos y
la tercera plaza, creciendo una décima. Unidas Podemos sería la cuarta fuerza
política de España, con el 12,7% de los votos y dos décimas menos durante la última
semana. Finalmente, VOX entraría en el parlamento con un 10,5% de los votos,
aunque pierde tres décimas respecto a la semana anterior.
Hay que tener en cuenta que muchos sondeos
electorales aún incluyen a Compromís y En Marea dentro de las estimaciones de
voto de Unidas Podemos, así que es probable que cuando se vaya corrigiendo esta
anomalía el porcentaje de voto de UP se reduzca respecto a las estimaciones
actuales.
Con esos porcentajes de voto, la estimación
central de escaños sería de 121 para el PSOE (36 más que el 26J), 80 diputados
para UP (57 menos que en junio de 2016), 55 escaños para Ciudadanos (23 más que
los actuales), 35 para Unidas Podemos (36 menos que ahora), y 30 para VOX
(todos nuevos).
En la estimación central una coalición UP-PSOE
sumaría 157 escaños, a diecinueve de la mayoría absoluta, y la suma de PP,
Ciudadanos y VOX alcanzaría los 165 escaños, a once de la absoluta. El PSOE
necesitaría sumar los votos de nacionalistas e independentistas para lograr la
investidura, dado que la suma PSOE-Cs, que alcanzaría los 176 escaños
necesarios para la mayoría absoluta, ha sido tajantemente rechazada por
Ciudadanos.
METODOLOGÍA
Estas estimaciones se basan en la técnica de agregación de
sondeos. Dado que la mayor parte de los sondeos cometen sesgos y errores
introducidos por la metodología muestral de cada agencia encuestadora, la mejor
forma para reducirlos es utilizar la técnica de agregación de sondeos, es decir
“sumar” de alguna manera todas las encuestas realizadas en un periodo de tiempo
relativamente reducido. Esta “suma” nos permite trabajar con un número mayor de
encuestados y reducir la volatibilidad en las predicciones. La metodología
seguida para esa agregación se puede consultar de forma detallada aquí. Asimismo, para esa agregación de
sondeos solo tendré en cuenta a las empresas demoscópicas que considero fiables,
tal y como explico aquí.
Para la asignación de escaños, asumo una variación porcentual
similar en cada una de las circunscripciones provinciales respecto de los
resultados del 26J, con un posible margen de error de un +/- 3% en el voto de
cada una.
Igualmente, para las estimaciones de voto de la campaña
electoral del 26J he tomado tres medidas adicionales. La primera es que, con el
fin de intentar afinar más las estimaciones de voto y escaños, para la
agregación de sondeos tendré en cuenta únicamente las encuestas realizadas
durante los últimos diez días, en lugar del último mes, ya que durante la
campaña electoral que comienza el jueves un buen número de votantes indecisos
definirán su voto, lo que puede modificar sustancialmente las estimaciones, tal
y como sucedió durante las campañas del 20D, 26J y 2D en Andalucía. Y para
captar esos cambios es más conveniente centrarse únicamente en los sondeos más
cercanos en el tiempo. La segunda es que únicamente consideraré la encuesta más
reciente de cada encuestadora, con el objeto de reducir en lo posible el sesgo
en favor de aquellas agencias que realizan sondeos electorales con una
periodicidad mayor. La tercera medida la aplicaré únicamente a la hora de
realizar la estimación final que, por consideraciones legales, será cinco días
antes de las elecciones, y es que, dada la volatilidad del voto y que buena
parte de los votantes se deciden durante la última semana de campaña, tendré en
cuenta la tendencia de la semana anterior para predecir la previsible “decantación”
del voto de los indecisos durante la última semana de campaña, cuando la publicación
de encuestas está prohibida legalmente en España.