jueves, 2 de junio de 2016

Blindajes

Ante una posible reforma constitucional, desde Cataluña se reclama, entre otras cosas como el reconocimiento de su entidad como nación y una financiación mejor, el “blindaje” de su lengua y de su sistema educativo. Entre los partidos nacionales, el PSOE ha asumido esta propuesta en diversas ocasiones, la última hace apenas unos días.

 
Sobre esto último cabe preguntarse qué significa blindar una competencia. La iniciativa lingüística radica en la Comunidad Autónoma de Cataluña, que ha legislado ampliamente sobre ella, pero, por ejemplo, el Constitucional declaró inconstitucional su pretensión de considerar el catalán como lengua “preferente” en Cataluña, así como que el conocimiento del catalán fuese “imprescindible” en términos extensivos (para todos los puestos) para acceder a las administraciones públicas en Cataluña. Igualmente, diversos tribunales han dictaminado que el castellano debe ocupar “al menos el 25%” del horario lectivo en la enseñanza en Cataluña, aunque esta sentencia, como tantas otras, no se cumple.
 
Ante estas “agresiones”, el “blindaje” parece hacer referencia a algo más. Se trata no de que los poderes Ejecutivo y Legislativo nacionales renuncien a legislar en el ámbito estatal sobre la lengua, sino de que el poder judicial se inhiba a la hora de enjuiciar la constitucionalidad de las leyes que emanen del Parlamento catalán, con la consecuente exclusión de la posibilidad de que los tribunales puedan amparar a los ciudadanos que estimen dañados sus derechos individuales por la normativa catalana. Así, los españoles verían suspendidos sus derechos en Cataluña en áreas como la lengua y la educación, en las que no se admitirían intromisiones de los jueces. Un grupo, no tan pequeño como se pregona, de ciudadanos españoles residentes en Cataluña considera que la normativa lingüística catalana vulnera derechos civiles y, tal y como harían en cualquier país federal, recurren a los tribunales. Y deberían poder seguir haciéndolo. A un partido, como el PSOE, que propugna la solución federal para el “encaje” catalán en España, habría que recordarle que este tipo de blindajes no tiene nada de federal sino que, por el contrario, va contra la esencia misma del sistema federal. No verán ninguna cláusula parecida en ninguna constitución federal del mundo.
 
En cualquier país democrático, lo que debe primar es la protección de los derechos ciudadanos individuales sobre pretendidas intenciones políticas de cualquier signo. Cuando concurren dos lenguas oficiales de forma simultánea en un mismo territorio, el eje del pluralismo lingüístico debe situarse en la libertad de opción lingüística y en el derecho de uso de la lengua de elección del ciudadano, que es el depositario de derechos inalienables en su condición de parte del todo soberano, que es el pueblo español. Derecho de uso de la lengua oficial de elección que no puede verse limitado por el establecimiento por parte de los poderes públicos de una preferencia de uso de una de las lenguas oficiales en detrimento de la otra.