El libro de
Víctor Lapuente, “El retorno de los chamanes”, es una lúcida obra en la
que el autor muestra por qué los ciudadanos de algunos países sufren de
forma sistemática políticas ineficientes, ineficaces e inequitativas
mientras que, por el contrario, en otros lugares del mundo la política
es exploradora, experimentando con lo que tiene a mano para encontrar
soluciones concretas a problemas concretos, y aplicando como
consecuencia políticas eficientes, eficaces y equitativas.
Su respuesta es que en los primeros países la política está dominada por los chamanes, charlatanes con una teoría explicativa de todos los males y una solución mágica contra ellos, mientras que en otros la clase política está mayoritariamente compuesta por exploradores, que avanzan a pequeños pasos, analizando el resultado de sus acciones, dudando de su éxito, explorando cautelosamente nuevos caminos, y aplicando lo que ha funcionado bien en otros lugares, lejos de dogmatismos doctrinarios.
El chamán nos seduce con una política ambiciosa, doctrinaria, activa y transformadora del país. La política con mayúsculas. Pero la ausencia de consensos con la que se aplica, y la consiguiente oposición a la que se enfrenta para ponerla en marcha la vuelve lenta, contraproducente y sujeta a bruscos cambios de rumbo cuando otro chamán alcanza el poder. Como consecuencia, a medio y largo plazo el país no avanza, sino que se enreda en permanentes conflictos doctrinarios y en continuos cambios de rumbo.
Sin embargo, los Estados de bienestar más avanzados del mundo se han construido siguiendo la retórica opuesta, la vía de la exploradora: una política humilde, reactiva e incrementalista. Una política de numerosos pequeños pasos, pero seguros y consensuados, fundamentados en lo que funciona bien en otros lugares, lo que evita los súbitos virajes y la marcha atrás. Eso sí, es una política sin verdades incuestionables, en perpetua revisión ante las evidencias por parte de los profesionales de lo público (técnicos, directivos, sanitarios, docentes).
El autor afirma que la velocidad del avance social depende no solo del tamaño de los pasos, sino también de su frecuencia. Los grandes pasos suelen acabar en grandes caídas y frustraciones, mientras que los pequeños pasos son fáciles, generan confianza y permiten ir cobrando velocidad en la marcha. Es en lograr una alta frecuencia de pasos, y no en su longitud, donde hay que concentrar las energías.
En la obra se muestra el atractivo que los chamanes han ejercido sobre distintos países a lo largo de la historia y, especialmente, en momentos decisivos de la historia: durante las crisis. Se rastrean las pistas que explican por qué algunas sociedades fallan constantemente a sus ciudadanos, y por qué en otras la política se centra en hacer felices a las personas. Y se muestra cómo en la desigual salida actual de la Gran Recesión el chamán ha vuelto en la forma del fantasma que recorre Europa, y ahora también América, de Norte a Sur y de Este a Oeste: el fantasma del populismo.
Víctor Lapuente es un reputado profesor del Instituto de Calidad de Gobierno en la Universidad de Gotemburgo, y ha creado una obra imprescindible para todos aquellos interesados en mejorar la sociedad y la democracia. Su libro, “El retorno de los chamanes”, es una obra provocadora que no se queda a medias tintas. Según la RAE, un chamán es un “hechicero al que se supone dotado de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, adivinar e invocar a los espíritus”, y aunque el propio autor reconoce que las categorías de chamán y exploradora son idealizaciones, es decir, simplificaciones de una realidad más compleja, en su descripción del comportamiento de un chamán, el lector podrá identificar rápidamente a personajes históricos y actuales que responden a ella.
En resumen, un libro necesario para entender la nueva y la vieja política. Lo que funciona y lo que no.
El chamán nos seduce con una política ambiciosa, doctrinaria, activa y transformadora del país. La política con mayúsculas. Pero la ausencia de consensos con la que se aplica, y la consiguiente oposición a la que se enfrenta para ponerla en marcha la vuelve lenta, contraproducente y sujeta a bruscos cambios de rumbo cuando otro chamán alcanza el poder. Como consecuencia, a medio y largo plazo el país no avanza, sino que se enreda en permanentes conflictos doctrinarios y en continuos cambios de rumbo.
Sin embargo, los Estados de bienestar más avanzados del mundo se han construido siguiendo la retórica opuesta, la vía de la exploradora: una política humilde, reactiva e incrementalista. Una política de numerosos pequeños pasos, pero seguros y consensuados, fundamentados en lo que funciona bien en otros lugares, lo que evita los súbitos virajes y la marcha atrás. Eso sí, es una política sin verdades incuestionables, en perpetua revisión ante las evidencias por parte de los profesionales de lo público (técnicos, directivos, sanitarios, docentes).
El autor afirma que la velocidad del avance social depende no solo del tamaño de los pasos, sino también de su frecuencia. Los grandes pasos suelen acabar en grandes caídas y frustraciones, mientras que los pequeños pasos son fáciles, generan confianza y permiten ir cobrando velocidad en la marcha. Es en lograr una alta frecuencia de pasos, y no en su longitud, donde hay que concentrar las energías.
En la obra se muestra el atractivo que los chamanes han ejercido sobre distintos países a lo largo de la historia y, especialmente, en momentos decisivos de la historia: durante las crisis. Se rastrean las pistas que explican por qué algunas sociedades fallan constantemente a sus ciudadanos, y por qué en otras la política se centra en hacer felices a las personas. Y se muestra cómo en la desigual salida actual de la Gran Recesión el chamán ha vuelto en la forma del fantasma que recorre Europa, y ahora también América, de Norte a Sur y de Este a Oeste: el fantasma del populismo.
Víctor Lapuente es un reputado profesor del Instituto de Calidad de Gobierno en la Universidad de Gotemburgo, y ha creado una obra imprescindible para todos aquellos interesados en mejorar la sociedad y la democracia. Su libro, “El retorno de los chamanes”, es una obra provocadora que no se queda a medias tintas. Según la RAE, un chamán es un “hechicero al que se supone dotado de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, adivinar e invocar a los espíritus”, y aunque el propio autor reconoce que las categorías de chamán y exploradora son idealizaciones, es decir, simplificaciones de una realidad más compleja, en su descripción del comportamiento de un chamán, el lector podrá identificar rápidamente a personajes históricos y actuales que responden a ella.
En resumen, un libro necesario para entender la nueva y la vieja política. Lo que funciona y lo que no.